Pilar Mercedes Miró Romero (Madrid, 20 de abril de 1940–Madrid, 19 de octubre de 1997) fue una reconocida directora de cine, teatro y televisión española. Entre 1986 y 1989 dirigió la radio y televisión pública española.
Estudió Periodismo y Derecho, graduándose igualmente en la Escuela Oficial de Cine, donde también fue profesora.
Trabajó en Televisión Española (TVE) desde 1960 como ayudante de redacción y como realizadora. En ocasiones se ha puesto de manifiesto que su labor como realizadora durante la segunda mitad de los años 1970 la convirtió en precursora de la introducción de valores democráticos y progresistas en sus trabajos para televisión, en especial en los episodios de los que fue responsable de las series Curro Jiménez y Los libros.
De la pequeña pantalla saltó al mundo del cine escribiendo y dirigiendo varias películas.
En 1981 denunció haber sufrido acoso sexual en RadioTelevisión Española.
En 1982 ocupó el cargo de Directora General de Cinematografía hasta 1985, cargo desde el que impulsó un cambio estructural de la creación cinematográfica española que, a cambio de un aumento de la calidad, tuvo una incidencia negativa sobre la cantidad de películas producidas. Desde dicha responsabilidad desempeñó un papel decisivo en la recuperación de la categoría A de la FIAPF por parte del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, al que desvió buena parte de las subvenciones estatales dirigidas a otros festivales de cine españoles.
En 1985 volvió a dedicarse al cine dirigiendo Werther.
En 1986 ocupó un cargo político dirigiendo el Ente de Radiotelevisión Española hasta 1989, cuando dimitió tras ser procesada por la Audiencia de Madrid por un presunto delito de malversación de fondos públicos, del que fue absuelta. Consiguió inaugurar los míticos Estudios Buñuel en 1988.
Presionó a la directora y los guionistas del programa La bola de cristal para que cesaran de hacer críticas a Felipe González, provocando el cese del programa en 1988.
En 1995 y 1997 fue la realizadora televisiva de las bodas de las infantas Elena y Cristina. Falleció de infarto a los pocos días de esta última retransmisión.
El perro del hortelano le valió a Pilar Miró el Goya a Mejor Dirección, que recogió de manos de Rosa Maria Sardà. La directora confesó que “ha sido un camino muy largo” y ha dado las gracias a los actores, al equipo técnico y a su gran apoyo durante el proceso: su hijo Gonzalo. La gala de esta décima edición se celebró el 27 de enero de 1996 en el Palacio de Congresos de Madrid. La gala de la XI edición de los premios se celebró el 25 de enero de 1997 en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.
Dejó más de 200 producciones para el cine y televisión. Además, el mismo año de su fallecimiento dirigió la obra de teatro El anzuelo de Fenisa, de Lope de Vega.
Vida privada
Pilar Miró, una mujer necesitada de cariño
Pero tras esa férrea y opaca capa se ocultaba un corazón necesitado de cariño. Quizá por eso quiso ser madre soltera: tener a un hijo solo para ella. Pilar arrastraba una insuficiencia cardiaca desde niña y los médicos le aconsejaron que no se quedara embarazada. Pero no les hizo caso y tuvo a Gonzalo con 41 años. «Necesitaba querer a alguien», dijo Pilar Miró. Tenía fama de seductora y conquistadora. «Me falta un leonés en mi lista», le dijo a Carmelo Gómez, con el que rodó El perro del hortelano en 1996. Y ahora él recuerda estas palabras con mucha emoción. «Era muy pícara», dice el actor. «No se cortaba para nada, y decía la verdad muy clarito», revela Guillermo Montesino. «Cuando sea mayor quiero vivir contigo”, dice que le soltó la directora.
La prensa ha relacionado a Pilar Miró con el director de cine Claudio Guerín, el actor Adolfo Marsillach, el director Mario Camus, los periodistas Eduardo Sotillos y José Luis Balbín. También con el actor Álvaro de Luna, con quien se prometió. Pusieron fecha para la boda, pero un mes antes ella la cancela. «Fue la novia a la fuga», dice Luz Sánchez-Mellado, que dice que Miró volcó su vida en la película Gary Cooper que estás en los cielos. «Fue una salida de sus propios armarios: del armario de su represión, de casa, del armario de las dificultades de la comunicación, no solo de la familia, también de sus parejas, de los hombres».
Tuvo un hijo, Gonzalo, nacido el 13 de febrero de 1981.
Gonzalo fue el gran amor de su vida
Pilar rodó la película estando embarazada. Era 1980 y el 13 de febrero de 1981 nació su hijo Gonzalo. Nunca reveló el nombre del padre y a Gonzalo nunca le faltó una figura paterna. “Nunca lo extrañé. Estuvo muy pendiente de que no me faltara esa figura paterna”, revela Gonzalo Miró. «Ser madre soltera fue un acto de honestidad consigo misma», dice en el documental el periodista Ángel Antonio Herrera. Ella nunca reveló la identidad del progenitor y Gonzalo lleva los dos apellidos de su madre. «Fue una pena que su padre no le hiciera ni puñetero caso, y creo que nunca se va a arrepentir el padre, y es la cosa que más me fastidia. Ella lo intentó. Pero fue inútil», dice Victoria Prego. El hijo se convirtió en el eje de su vida, en su centro vital. “Con Gonzalo se derretía, y le aceptaba de todo”, recuerda Fernando Lara. – Fuente
La gran cicatriz de su corazón
La primera vez que Pilar Miró entró en el quirófano para ser sometida a una operación a corazón abierto fue el 14 de julio de 1975. La insuficiencia cardiaca que padecía desde joven, lastraba su día a día. El implante de una válvulas biológicas aórtica y mitral le permitieron que su corazón siguiese latiendo. Esa cercanía de la muerte, siempre amenazante, curtió su carácter haciendo de Pilar Miró una luchadora. Tras la primera operación, Pilar Miró, directora estrenó la película Gary Cooper que estás en los cielos, en la que en cierto modo contaba algunos aspectos de su propia historia, y que dedicó al cirujano que la había operado.
Diez años después, sin embargo, tuvo que someterse a una segunda intervención el 19 de febrero de 1985. Una operación que duró cinco horas, en la que se sustituyeron las válvulas implantadas años atrás. Desde entonces, y hasta su muerte, su salud se fue debilitando poco a poco, a pesar de que ella trato de mostrar todo lo contrario.
Pilar Miró falleció repentinamente en 1997 en Madrid. Tenía 57 años cuando un infarto puso fin a su vida. La casa donde vivía Pilar Miró, en Somosaguas, Madrid, y más tarde el tanatorio madrileño de la M-30 fueron durante toda la tarde de ayer un desfile de personajes famosos del cine, la televisión, la política y el teatro. Entre ellos, su amigo y vecino Felipe González, uno de los primeros en llegar a la casa donde se hallaba su cuerpo sin vida.
Felipe como tutor de Gonzalo Miró
Cuando muere Pilar Miró, Felipe González se plantea que Gonzalo, que entonces tiene 16 años, viva con él y su familia. «Nos planteamos incluso que Gonzalo viniese a mi casa«, cuenta González, pero terminaron desechando la idea, porque «para Gonzalo no tenía ningún sentido, él no quería ni estar bajo tutela«. Pero González, que era el padrino de Gonzalo, no fue el único tutor. Pilar Miró escogió a tres personas para que ejercieran de tutores cuando ella ya no estuviese. Era consciente de que la enfermedad que padecía desde niña podría costarle la vida. Padecía una insuficiencia cardiaca y tuvo que ser intervenida. Murió el 19 de octubre de 1997.
Gonzalo cuenta que su madre subió al piso superior del chalé para comprobar el fax y allí se desplomó. Fue el propio Gonzalo quien fue a casa de Felipe González para darle la mala noticia. «Dígale a Felipe González que mi madre ha muerto». Palabras que ahora el expresidente recuerda en el documental. Pero no era el único tutor. Pilar Miró eligió también a Blanca Álvarez y Jesús Martín, que fue director de Televisión Española, durante la etapa de Pilar Miró como directora general de TVE. La casa de Jesús Martín estaba pegada a las de Pilar Miró y Felipe González.
Cómo fue la amistad entre Pilar y Felipe
Cuando en 1982 Felipe González llega a la presidencia del Gobierno de España, confía en Pilar Miró para ocupar la Dirección General de Cinematografía, donde batalla en nuevos frentes. «Para el Partido Socialista y Felipe González en particular, tener una directora de Cinematografía como Pilar era un tanto maravilloso», dice Víctor Manuel en el documental. A pesar de que Pilar hizo un gran trabajo, no todos los sectores estaban contentos con ella, «provocaba una cierta hostilidad el hecho de que una mujer fuera la jefa de alguna manera, por decirlo de una manera vulgar, la jefa del cine español. Eso chocaba a algunos», explica Méndez Leite.
Como vemos, Pilar Miró tuvo que luchar contra muchas barreras para ser quien fue, pero tenía el apoyo de muchos compañeros del cine, la televisión y el PSOE. Fue también en este periodo de tiempo en el que se aprobó la Ley Miró, que levantó ampollas en el sector porque apoyaba la creación de películas que no tenían tanto presupuesto inicialmente. Cambiaba con esta ley la forma de percibir el dinero, ya no se daba después de acabar la película, sino que se adelantaba para comenzar con él el rodaje. – Fuente
Películas dirigidas
- La petición (1976)
- El crimen de Cuenca (1979)
- Gary Cooper, que estás en los cielos (1980)
- Hablamos esta noche (1982)
- Werther (1986)
- Beltenebros (1991)
- El pájaro de la felicidad (1993)
- El perro del hortelano (1996) (7 premios Goya)
- Tu nombre envenena mis sueños (1996)
Guiones
- La niña de luto (1964) (colaboración)
- El juego de la oca (1966) (colaboración)
- La petición (1976)
- El crimen de Cuenca (1979)
- Beltenebros (1991)
- Tu nombre envenena mis sueños (1996)
Televisión
- Cuarto de estar (1963)
- Revista para la mujer (1963)
- Foro TV (1963)
- Un tema para el debate (1965)
- Tele-club (1965-1966)
- Novela (1967-1977)
- Estudio 1 (1968-1979)
- Pequeño estudio (1968)
- Ritmo 70 (1970)
- Mónica a medianoche (1973)
- Silencio, estrenamos (1974)
- Cuentos y leyendas (1975)
- Objetivo nosotros (1975)
- Curro Jiménez (1977)
- Los libros (1977)
- Yo canto (1977)
Homenajes
En 1987 fue galardonada con el Tambor de Oro otorgado por la ciudad de San Sebastián.
En 2011 obtuvo una estrella en el Paseo de la Fama de Madrid.
Desde 2017 la calle de Fernández Ladreda de Valladolid fue rebautizada como Calle de Pilar Miró.
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